MARATHON DE TALLINN.-
“Que no nos falte de ná...”
Muchas ocasiones habíamos hablado Raquel y yo de Tallinn, como una ciudad que teníamos que visitar. Este año lo hicimos coincidir en una nueva edición maraturística.
El miércoles viajamos a Helsinki. Muchas gracias a Elena que nos llevó muy, muy, pero que muy temprano a Barajas. Casi todo este día y casi todo el jueves nos dedicamos a hacer turismo por la capital finlandesa y aprovechamos para visitar la Isla de Suomelinna, Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. Muy chulo.
La tarde-noche del jueves atravesamos el Golfo de Finlandia, que es el más oriental de los entrantes del mar Báltico y que separa Finlandia de Estonia o Helsinki de Tallinn.
En el ferry coincidimos con Javi, perteneciente al grupo de españoles que iba a las carreras del fin de semana. En definitiva, la representación patria era ese grupo de corredores y el que suscribe.
Llegamos a Tallinn de noche y fuimos desde el puerto andando hasta nuestro hotel; no llegamos a entrar en La ciudad Vieja pero ya vimos que la aquello prometía.
Viernes y sábado los aprovechamos para recorrer aquella ciudad que creo es la más bonita que he conocido. Su casco histórico medieval, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997 y tiene muchas zonas de interés...
# Raekoja Platz.- Impresionante plaza con muchas bonitas callejuelas que llegan a ella
# La farmacia más antigua de Europa en funcionamiento.
# La Catedral de Alexander Nevski
# El edificio del Ayuntamiento que data de 1404 y en su plaza fue donde se colocó el primer árbol navideño allá por 1441
# La Iglesia del Espíritu Santo, con su gran reloj de madera del siglo XVII en la fachada
# La Iglesia de San Olav y su torre. En su momento, con sus 159 m de altura fue el edificio más alto del mundo; debido a los rayos, se recortó a 124m. Mereció la pena subir todos esos peldaños para contemplar Tallinn desde allí arriba.
Muchas más cosas que ver y que vimos. Todo con mucho encanto y muy cuidado. Además muchos corredores por todos los lados.
Buena compañía, buena cerveza, buena comida, mujeres extraordinariamente guapas, ojos preciosos, ciudad impresionante. No faltaba de ná... A ver que tal en la marathon.
La feria del corredor era en Vadavuse Väljak (Plaza de la Libertad) y nuestro paso por allí fue muy breve. Era una carpa, donde se recogían los dorsales y otras pocas, más pequeñas, al otro lado de la plaza de diversas marcas. La feria era tan sencilla como la bolsa del corredor, en la que se incluía un sobre con el dorsal personalizado y publicidad, la camiseta y la propia bolsa.
La tarde del sábado fue más suave y pasamos un rato en el hotel descansando hasta que salimos a cenar. Nos encontramos con Yolanda, Javi y Antonio con quienes tuvimos una charla entretenida. Yolanda y Antonio habían corrido los 10km y Javi hacía doblete, con los 5km del viernes y la marathon del domingo.
Como suele ser habitual en mi en estos eventos, la noche prevía no dormí apenas, aunque es verdad que pasé bastante tiempo en posición horizontal.
Muy pronto me disfracé de corredor e impacientemente esperé a desayunar. En los desayunos tampoco faltaba de ná, aunque este día me controló un poco pero quizá no todo lo que debía.
El Hotel Santa Barbara (muy recomendable) estaba a unos 200 metros de la salida y a unos 150m de la llegada, con lo cual salimos con el tiempo justo. La temperatura era ideal, con una niebla alta que tapaba la parte superior de algunos edificios.
La espera fue amena. Mientras estaba con Raquel nos encontramos con Yolanda que había ido a la salida con sus hermanos que corrían la marathon. También hicieron acto de presencia las primeras trillizas en participar en unos juegos olímpicos. Fue este año en Rio en la marathon. Leila, Liina y Lilu se marcaron un divertido baile estonio justo antes de empezar. Lo dicho... que no falte de nada.
Salida puntual.
Por casualidad, salgo pegado al globo de 3 horas y media y eso, junto con mi poca cabeza me lleva a correr por encima de mis posibilidades. En el km 2 una extraña arcada me sube el desayuno. Me preocupo un rato por ello y me autochequeo pero la cosa no se repite. Sigo haciendo el tonto (las cosas como son) un poco por detrás del globo y paso el km 10 en 50:25 y eso que el km 8 hice mi primera parada a mear.
Iba bastante cómodo en recorrido llano pegado al mar. Alguna vez un poco de brisa se agradecía y no llegaba a molestar.
Al fín pensé... la ostia que se rifaba en Oporto y me medio llevé y la que se rifaba en Viena y evité me iba a llegar en Tallinn...y me llegó.
Me fui dejando caer del globo ya que aunque era ilusionante y tenía fuerzas no debía seguir a ese ritmo. Enseguida me enganche a otro globo...Aparte de los de la organización y los típicos grupos de primera mujer o grupos de clubes que corren juntos, se creó el grupo de “la rubia”. Se trataba de una esbelta, guapisima y estilizada corredora rubia, que guiaba a una serie de corredores de diversas nacionalidades. Allí fui un rato. Iba bien.
Había bastantes avituallamientos y en todos me hidrataba, bien isotónico o agua, y en algunos casos las dos cosas.
En el km 18 me esperaba Raquel. Que alegría. Animos y adelante. Llegamos a la zona de salida y meta en la que hay bastante gente, de hecho, la media marathon empezaba allí a las 12. Me animan unos turistas españole. Paso a 50 metros de la meta...ni miro.
Media marathon en 1:47. Voy muy fuerte y lo voy a pagar. Tomo un gel y sigo cómodo en el principio de la segunda vuelta de la que consta el recorrido. Tambien como un plátano en un avituallamiento en el que había azucarillos, otras frutas, membrillo ( o similar) y más alimentos que no conocía. Puestos con reflex, puntos con geles, orquestas, cheerleaders... no faltaba de nada. En el 24 nuevamente veo a Raquel. Le digo que voy bien y ella lo va transmitiendo por wassap.
El km 30 lo paso en casi 2:33. Mantengo una media de menos de 5:10 y eso que habia parado tres veces a mear y algún avituallamiento me lo tomo con tranquilidad. La ostia de Viena y Oporto iba a ser en Tallin; la triostia u ostia al cubo. Cuando me venía este pensamiento a la mente trataba de cambiar y echaba cuentas de posible tiempo de entrada en meta y me autoengañaba ilusionandome con algo que no iba a pasar...se mascaba la tragedia.
Del 30 al 33 bajo el ritmo a unos 5:30. En el 34 aprieto un poco para ver si podía hacer un gran tiempo o reventar y reventé.
En el 35 la rodilla me hizo parar. No podía apoyar la pierna izquierda. Era un infierno. Estiro pero como si nada. Troto con más pena que gloria hasta un puesto con reflex. Allí lo echan a presión con tal mala suerte que agacho la cabeza a mirar y me salta a los ojos. Escena de los hermanos Tonetti. Pero esto no me preocupaba, me preocupaba la rodilla.
Me adelanta el globo/grupo de la chica de la falda de verde de ballet con su grupo. Este grupo es una escisión de un grupo más amplio que iba tras de mí desde hace mucho y veía en los giros con dos bellezas de guía. Intento seguirle y aguanto unos 300 metros sufriendo mucho.
Al poco el globo de 3:45 me alcanza y le sigo un par de minutos.
Tambien me alcanza el grupo/globo de la belleza rusa con 8 o 10 corredores que era mucho a estas alturas de carrera. Era la segunda parte del grupo que se escindió y cité antes. Era sin duda el mejor grupo de toda la carrera que habia visto. No duré ni 100 metros y mira que me gustaba estar ahí. Estaba muy mal.
Miraba hacia atrás. No me gustaría que me alcanzara el de las 4 horas. No le veía llegar pero temía que me engullera.
A partir del km 39 extrañamente me entoné. Conseguí una posición con menos dolor y muy despacio avanzaba. En el 39 y medio me alcanzó Raivo. Se trata de un corredor estonio que me dijo algo al ponerse a mi lado y me animó a seguirle. Este último tramo lo hicimos los dos juntos animándonos. Llega el último giro a la meta y los 60 metros de adoquines se clavan pero ya da igual.
Entro en meta en 3 horas 52 minutos y 48 segundos.
Nos felicitamos Raivo y yo y agradezco su compañía. Saludo y breve charla con Yolanda, Antonio y una tercera compañera que esperaban la llegada de los corredores de su grupo.
Me reuno con Raquel que estaba en a breves metros de la línea de metra, grabando unos videos estupendos de entrada a meta, entrega de medalla y demás. Muchas gracias guapa.
Bebo agua, wasapeo, hablo con mi hermana que habia seguido la carrera on line, descanso en un banco y me voy para el hotel sin tomar cervezas ni fruta o pasta que daban en una carpa de corredores.
La rodilla dolorida pero feliz con la medalla al cuello.
Que contento estaba. Salimos a comer y al pasar por la carpa de corredores donde tampoco faltaba de ná, ya si que me tomé un mini de cerveza, y luego otro mientras iba al restaurante medieval que habíamos reservado para comer. Comimos y bebimos muy bien y al salir me doble el pie en un escalón. No llegó a esguince, solo fue una torcedora que me molestó durante los dos o tres días siguientes. No podía faltar ná.
Por la tarde y tras un leve descanso en el hotel hicimos una tourneé cervecera por los bares más llamativos de Tallin. Mucha gente con sus camisetas de la marathon y algunos con sus medallas visibles.
El lunes por la mañana más turismo por la zona lata de la ciudad, con unas vistas tremendas y nuevo agasajo culinario. Por la tarde nos esperaba lo mejor....
En la puerta de embarque charlaba con Esther Wambui que esperaba su vuelo. Ella fue la ganadora en chicas y me pareció una persona bastante atenta y agradable y me contó cosas de su entrenamiento y lo que prevé para su futuro. Mientras charlábamos se cocinaba algo en el embarque...vuelo cancelado. Con las mismas, a la oficina y una larga cola hasta que nos dieron vuelo para el día siguiente y volvimos a Tallinn.
Otro día más en la ciudad que aprovechamos para pasear y visitar alguna cervecería más que aún no habíamos probado.
Al fin salimos de Tallin con un retraso por nuevos problemas, en Bruselas, aun más retraso y la traca fue cuando llegamos a Barajas y nos tuvieron casi una hora en el avión porque no funcionaba el finger. Es decir, la vuelta fue complicada. No soy supersticioso pero volábamos en martes y 13 y nuestros asientos eran los 13.
Al menos, mientras esperábamos me entero que mi aleti ganó.
Ahora a descansar unos días y a preparar Dublín que llega rápidamente.
CONCLUSIONES PERSONALES.-
- Muy contento de haber disfrutado de estos días en una ciudad encantadora con una persona encantadora y haciendo muchas cosas que me gustan.
- Séptimo marathon en séptimo país
- Seis segundos más que la MMP de Viena. Tiene cojones que despues de casi 14000 segundos corriendo la diferencia sea solo de seis
- Puesto 708 de los 1778 que acabamos y 120 de mi categoria.
- Perfecto estado de “caja”. Me fallan las piernas como en maratones anteriores.
- Recuperación rápida
- No soy capaz de controlar las paradas a mear. No se puede parar tantas veces. Creo que 4 veces en esta carrera.
- Igual desayuné de más y lo que tengo claro es que bebí mucho antes y en la carrera. En algún momento tuve sensación de estar lleno.
- Creo que hay que salir a buen ritmo desde el principio ya que al final si pinchas tienes mucho terreno ganado y si no pinchas haces un gran tiempo. Mi objetivo será encontrar ese ritmo de crucero que es un poco más suave que el de esta marathon
- Cada día me gusta más la opción del maraturismo. Seguiré en ello
CONCLUSIONES DE LA CARRERA.-
- Recorrido llano. Subida muy leve al final de cada vuelta. Sin adoquines salvo los 80 metros finales
- Se respetó los cajones en la salida. Buen trato al corredor durante la prueba
- Lo de dos vueltas a un recorrido no me mola mucho pero esta vez se me pasó rápido. Por otro lado el recorrido no pasa por la Ciudad Vieja lo cual puede parecer una pena, pero esa zona es adoquinada lo que machacaría mucho. Está bien así
- Poca animación durante la prueba salvo en la zona urbana y sobre todo en la zona de meta. Orquestas y grupos de cheerleaders que animaban en algunas zonas.
- Avituallamientos abundantes con fruta, agua, isotónico, azucarillos, membrillos, etc... Zonas con reflex
- Medallas y avituallamiento en meta muy correcto. Feria y bolsa del corredor flojita
- La ciudad me encantó y la compañía aún más.