XXXI TROFEO SAN LORENZO.-

     Haciendo un recuento rápido, podemos decir que en el municipio de Madrid he disputado unas 15 carreras con distintos itinerarios. Cada una tiene su encanto, incluso para cada corredor, determinada carrera, tendrá mayor o menor interés por diversos motivos. De esa quincena, la que tiene el recorrido más bonito para mí es la que tuvo lugar el domingo pasado.

     El calor de finales de Julio en Madrid, no es ninguna tontería y es más compatible con terracitas, piscinas y relax que con liarse a correr, pero este finde tocaba. No obstante, el calor, apiadándose de los corredores, nos dio un respiro y a las 9 de la mañana la temperatura no estaba nada mal.

     El ambiente en la salida era festivo; gente cantando, algún disfraz, muchas fotos y muy buen rollo.
     La salida fue puntual, pero la verdad es que no se desde donde, porque no había arco y no vi ninguna señalización. Así pues, no usé el crono.

     El primer tramo era de bajada, en dirección opuesta a un tramo de MAPOMA, subida hacia la Puerta de Toledo, dejando a nuestra derecha el Rastro. A partir de aquí terreno llevadero hasta la Cuesta de San Vicente y su remate en el giro posterior para llegar al Palacio Real. Muy bonito.

     A partir de aquí, buen terreno hasta un nuevo paso por la Puerta de Toledo y nuevo repecho de subido hacia “el centro”. Esta subida como la Cuesta de San Vicente las solvento relativamente bien, adelantando corredores.

      Calle Mayor, Puerta del Sol, Congreso, para desembocar en la plaza del dios futbolero de la capital: Neptuno. Desde aquí bajada rápida, donde me adelantan corredores y llegada a un último repecho en la calle Argumosa para entrar en meta en algo menos de 52 minutos.

     Avituallamiento correcto en meta con agua e isotónico y bolsa del corredor posterior con más agua e isotónico, fruta y barrita, además de la camiseta entregada a la recogida del dorsal.

     No vi la línea de salida no la señalización kilométrica. Supongo que será `por despiste mío, pero no estaría de más una señalización más llamativa.

     Las sensaciones en carrera no fueron malas, pero tampoco tenía la soltura de idas antes en la Media del Burgo de Osma. He estado unos días parado y posiblemente eso pase factura junto con las cuestas