XXXIII SAN SILVESTRE DE VICALVARO.-

     El último día del año amaneció muy desapacible. Mucho frío y niebla que no nos dejaría ver el sol en todo el día. Como las últimas nocheviejas trataría de completar dos carreras en ese día.

     La primera carrera es la San Silvestre de Vicálvaro. Se trata de una carrera de barrio organizada año tras año con cariño y bastante barata para los tiempos que corren. Por minutos no se pudieron apuntar Leti y José en unas inscripciones que rápidamente se agotaron lo que indica que esta es una carrera en la que la gente repite. Así pues, fuimos Dani y yo, que estamos entre los tíos más despistados de Europa, y como es natural, “se mascaba la tragedia”.

 
 Después de hablar el día anterior y autoconfirmarnos que la carrera empezaba a las 10 de la mañana, madrugamos lo suficiente para llegar en metro a las 8:45. Allí no estaba ni Peter. La carrera empezaba a las 11:45 y las que empezaban a las 10 eran las de categorías inferiores.

     Es la tercera vez que corro esta carrera y la segunda vez que me pasa lo mismo. En fin.

     Después de saludar a Charo y a Casla nos disfrazamos de atleta apurando todo lo que pudimos el tiempo porque hacia bastante frío. La entrega de chip, ropero y salida fue correcto.
     La carrera constaba de dos vueltas a un circuito para completar 8 kilómetros.
     Los primeros 4 km fuimos a un ritmo de 5 min/km. En el km 6 flojeé un poco y Dani se adelantó unos metros manteniendo esta distancia hasta meta. El último kilómetro fui bastante rápido aunque no creo que a menos de 4min/km como marcó mi reloj.
    La meta, en pista de atletismo, la alcancé en 48 minutos, lo que me deja bastante satisfecho.
     La entrega de chip, recogida de bolsa de corredor y ropero fue bastante rápido y también fuimos rápidos nosotros en irnos a casa porque esta tarde teníamos ambos otra carrerita.