XXXII TROFEO AKILES.-

     Siempre es buen momento para correr, buen momento para estar por la Casa de Campo, buen momento para tomar una cerveza y buen momento para estar con un amigo. Todas estas buenas cosas tuvieron lugar el domingo por la mañana, con mi amigo Jose y con la excusa de la celebración del Trofeo Akiles.
     Llevaba dos semanas sin salir a correr desde el fiasco del examen lisboeta y entre las muchas carreras que ese día se celebraban en Madrid decidimos inscribirnos en esta. José se encargo de todo.
     Aparcamos a unos 300 metros tanto de la salida como de la llegada.
     La hora de salida estaba prevista para las 10 y quedamos pronto por aquello de que solo se podrá recoger el dorsal y el chip hasta una hora antes del inicio. La entrega fue inmediata y tuvimos más de una hora para hablar de muchos temas acaecidos recientemente; eso sí, resguardados del frio intenso dentro del coche.
     A las 9:50 llegamos a la salida  y me dí cuenta que hacia mucho frio como para correr solo con una camiseta técnica por lo que decidí volver al coche a por un cortavientos y de paso coger el pulsómetro que se me había olvidado. Volví con el tiempo justo y nada más llegar me dí cuenta que me faltaba el chip. Tuve que esprintar hasta el coche y otra vez a la salida. Creo que pocas veces había tenida mejor entrenamiento en una carrera. Nada más llegar salimos y creo que se retraso algún minuto el disparo, sino hubiera salido tarde. Lo de los despistes si que me ha pasado más veces y me seguirá pasando. Soy así y viene conmigo de fábrica y ya no voy a curarme.
     El recorrido empieza con una subida apenas perceptible durante dos kilómetros hasta que empieza la subida al cerro Garabitas, que es duro pero al ser al principio se sube bastante bien. El descenso y el resto de la carrera lo hacemos muy rápido:  a un ritmo medio de menos de 4:40 los últimos 6 km y a 4:16 el último kilómetro, para llegar a meta en poco más de 49 minutos.
     Las pulsaciones ni idea porque el pulsómetro a pesar de ser nuevo no me funciona. Las sensaciones en la carrera muy buenas.
     La noche anterior me había acostado bastante tarde y  llevaba dos semanas sin correr.He perdido mucha chispa y noto que no vivo mis mejores momentos runeros. Vendrán tiempos mejores.
     Recogimos la bolsa del corredor y nos tomamos unas cervezas con vistas al lago de la Casa de Campo  y seguimos hablando de todos esos temas que no se pueden hablar con cualquiera.