LA MARATON DESDE OTROS PUNTOS DE VISTA.-
Otro año más ha llegado, fiel a su cita, la que para mí sigue siendo MAPOMA. Yo, siendo también fiel, salí a disfrutar del evento, desde varios puntos de vista.
El cambio de recorrido me permitió ver el paso de los corredores por las torres de cerca de La Paz desde el primero hasta el último. Iban juntos aquellos que disputaban la media con los que disputaban la maratón. Al estar la carrera empezando, era el km 6,5, se veían buenas caras, respuestas a los ánimos recibidos y alegría.
Cuando pasó el último corredor fuí acompañando al cierre de la carrera hasta Plaza de Castilla, donde había quedado con Sachiko para ir a la entrada de la Casa de Campo.
Cuando llegamos allí, pasaban los de un poco más de tres horas. Uno de la organización me dijo si me importaba ayudar a repartir agua e isotónico cuando le acerqué una caja de agua.
¿Importarme? En absoluto. Estoy deseando.
Y a eso me puse. Tarea muy gratificante. Nunca había estado en esa situación y la verdad es que me gustó. Estuve en estos menesteres más de media hora, coincidente con la llegada del grueso del pelotón maratoniano.
Llegó Salsi, al que vi de casualidad, que es con quien habíamos quedado para ir desde aquí al final. Así fue. Atravesamos la Casa de Campo y volvimos a salir a la ciudad.
Pasado el Estadio Vicente Calderón, coincidimos con Halfon. Cúanto tiempo!!!! Saludo rápido y cada uno a lo suyo.
El final ha variado. La tremenda cuesta de Alfonso XII se ha sustituido por otra mucho más larga y menos pendiente. Sinceramente no sé qué será mejor. He oído opiniones en ambos sentidos. En cualquier caso los últimos km siguen siendo cuesta arriba y eso es muy duro.
Llegamos hasta El Retiro donde nos despedimos del gran Salsi. Otra maraton más. Enhorabuena.
He de hacer una confesión: Muchos ratos fui pensando que tenía que haberme inscrito a esta maratón, ya que esta primavera entre unas cosas y otras al final no haré ninguna.
Esperaremos al otoño, a ver qué pasa.
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