SUBIENDOME POR LAS PAREDES.-

     El Sábado pasado fue la marathón de Madrid. Entre todos los corredores había 4 amigos a los que quería seguir. 

    Los debutantes Victor y Encarna. Ambos acabaron en su primera marathón y los hicieron con solvencia. Creo que correrán más maratones, especialmente Victor que con sus 18 años tiene carrete. Con Encarna (vecinos de toda la vida) compartí conversación de portal unas horas antes del evento y tiene mucho mérito con la tensión que tuvo estas semanas anteriores. Enhorabuena a ambos...seguro coincidimos en alguna.

     Los mas experimentados Alberto y Mario. Buenos amigos, con varios maratones en sus piernas y que también solventaron satisfactoriamente la distancia de Filípides. Más enhorabuenas y también el deseo y seguridad de coincidir en alguno.

     Me estoy dando cuenta que los cuatro corredores citados son seguidores del Atlético de Madrid. Algún día habrá que investigar escribir sobre la relación Maratonianos – Aleticos.

     Por mi lado la marathón se vivió con pena. La semana previa estuve de turismo en Praga, donde la vez anterior que estuve debuté internacionalmente en la distancia de Filípides. Corrí entonces con mi amigo Dani (también atlético, por cierto) y los recuerdos eran constantes. El día antes de la marathón aterricé en Barajas y había muchos corredores que llegaban con sus mochilas, zapatillas e ilusiones.

     Lo vi por la tele, con el teléfono en la mano para seguir a mis cuatro amigos a través de la app de la organización. Me subía por las paredes. Triste, bastante triste, porque el pie no acaba de estar bien y aún no puedo entrenar. 

     Aparte de la marathón (que no hubiera corrido, pero si acompañado) hay varias carreras a las que me hubiera gustado ir y que estoy perdiendo.

     Estos últimos días he mejorado bastante y apenas molesta en la vida normal. Creo que me queda poquito para volver a entrenar y un poco más para poder estar en alguna carrera.

     Aquí lo contaremos